Las altas temperaturas no solo afectan a nuestra piel. También influyen en nuestro sistema inmunitario, en la calidad del sueño, en nuestro estado emocional… y, en algunos casos, abren la puerta a infecciones que pueden ser graves, como la meningitis. Aunque el verano suele asociarse a bienestar, es también una estación donde se presentan muchos casos de infecciones de rápida evolución.

La meningitis bacteriana puede aparecer en cualquier momento del año, pero ciertas condiciones del verano pueden favorecer su aparición, especialmente en personas con defensas bajas: deshidratación, cambios de rutinas, comidas fuera de casa, o exposición a ambientes poco higienizados (por ejemplo, en campings o albergues).
Cuidarse en verano es más que ponerse protector solar. Es hidratarse bien, evitar el alcohol en exceso, descansar adecuadamente, y consultar con tiempo si necesitas alguna vacuna adicional para tus vacaciones. La meningitis, aunque poco frecuente, puede cambiar tu vida en horas.
Desde la Asociación Española contra la Meningitis promovemos el autocuidado como herramienta de prevención. Te animamos a informarte, compartir, y preparar tu verano con conciencia. Porque la salud también se cuida bajo el sol.