Hace unas semanas, Noa contacto con nosotros y quiso hacernos participes de su vivencia como afectada de Meningitis (sin secuelas) enviándonos este texto y fotos, que con su permiso, compartimos con todos vosotros.

Y le agradecemos enormemente nos hay contactado y transmitido de su experiencia para poner cara a esta enfermedad a la que también se puede sobrevivir sin consecuencias, pero que también afecta a todo el círculo familiar.

«Soy Noa (aunque me llamo Ainhoa) sufrí meningitis meningococica C hace 22 años cuando tenia 11… a día de hoy tengo 33 años y ni una secuela.

Os comienzo relatando lo que recuerdo de aquel día 19 de Junio de 1997 que coincide con el cumpleaños de mi hermana mayor y tal y como dijo mi doctor mi segundo cumpleaños ya que reviví.

Todo comenzó cuando salíamos del cole sobre las 14h. y como casi cada día nos íbamos a la playa con mi madre a pasar la tarde y ese día coincidía que venia una vecina embarazada con su hijo el cual éramos muy amigos.
Pasamos un día genial y al acabar la tarde nos fuimos para casa… Me comenzó a doler la cabeza pero mi madre lo asoció al cansancio de todo el día jugando en la playa. Llegamos y no quería cenar, me duché y me metí en la cama de mi madre porque me seguía el dolor de cabeza y comencé a tener décimas de fiebre, y de ahí comenzó el dolor en la nuca el cual jamás se me olvidará .

Sobre las 22/23h la fiebre me subió casi a 40º y el dolor era cada vez mas fuerte, mi mami como vio que no se me pasaba decidió tomar la conclusión de llevarme al hospital.
Al levantarme vomité dos veces en la cocina y comencé con convulsiones, sin saber que lo que me estaba pasando era el principio de un paro cardíaco el cual el primero me dio en casa.

Mi hermano que aún vivía en casa de mis padres llegó del futbol y nada más llegar al verme así y ver a mi madre nos llevó al hospital, tan asustados estaban que se dejaron la puerta de casa abierta.

Tras montarme en el coche no me acuerdo de mucho, llegamos al hospital y me sentaron en una silla de ruedas, no sé como me vieron los médicos que directamente me pasaron a urgencias en infantil sin siquiera hacerme esperar.

Nada más entrar ya que todo pasó super rápido o así puedo recordarlo yo, me tumbaron en camilla para hacerme una analítica y lo último que recuerdo es decirle a mi mami, mama dile que dejen de hacerme cosquillas… y desde ese momento perdí absolutamente el conocimiento y no recuerdo absolutamente nada hasta el día siguiente.

Por lo que me contó mi madre fue la peor noche de su vida, vio como a su hija de 11 años le daban 3 paros cardíacos, del cual uno de ellos estuve en parada cardiorrespiratoria más de 3 minutos.
No lo sentí pero de ver como mi madre me cuenta la angustia que sintió al ver como reanimaban a su hija de onde años con las placas se me encoge el alma y la vida.
Las primeras hipótesis que sacaron a los resultados de la analítica es que tenia leucemia por la inexistencia de glóbulos rojos en la sangre.
Fue una noche horrible para mi madre, no podía verme y nadie le daba noticias llorando por los pasillos y esperando que llegara mi padre que estaba fuera.
Le pidió a la doctora verme, y ella le dijo que tenia que calmarse que su hija se moría pero aun así yo sentía absolutamente todo, le pidió que fuera por los pasillos que llorara gritara pero que al entrar me trasmitiera paz .

Sinceramente no sé de donde saca la fuerza mi madre pero lo consiguió ella me vio con el aparato cogiéndome la lengua para que no me la mordiera o tragara, las vías puestas, entubada y sedada, ya os podéis imaginar el panorama y bueno en la UCI ya que mi estado era crítico.

Sé por lo que me cuenta mi madre y por lo poquito de lo que tuve consciencia que esa misma noche me realizaron la punción en la espalda y realizaron dos, la prueba de leucemia y la de meningitis, de ahí me pusieron sondas para hacer pipi, me tuvieron que poner el suero en la ingle porque la vía del brazo se doblaba literalmente de como tenia las venas. Me sacaron sangre para aburrir… todo horrible hasta el día siguiente que pude tener algo más de consciencia ya que no sé si fue al día siguiente o varios días.

Aparte de no sentir nada de nada, de cintura para abajo una de las enfermeras quiso levantarme y me caí de tal manera que saltaron las vías y me clave la de la ingle… ya os podéis imaginar el percal, despidieron a esa enfermera porque me obligo literalmente a levantarme.
Fueron días muy críticos los cuales no avanzaba en ningún sentido, mi padre y mi madre donaron sangre ya que no había manera en recuperar los glóbulos y todos los trasplantes mi cuerpo los rechazaba…
A pesar de ello y de no querer comer, me venían cada día el equipo de cocina a pedirme literalmente que quieres comer, lo que tú quieras… me pusieron tele, mis juguetes absolutamente todo para intentar que yo resurgiera a flote. Pase la noche de San Juan allí, en la UCI sola, ya que solo podían pasar a verme por horas y contadas.

A todo eso tuvieron que vacunar a todo mi colegio a pesar de que yo no podía contagiar,ya que mi tipo de meningitis no se puede contagiar directamente, es decir yo me contagie por alguien que estornudo pero yo no tenia riesgo de poder contagiar a nadie y llegó a la semana el horrible día de subirme a planta, horrible porque por lo que recuerdo fue la peor noche de mi vida

Subimos por la mañana aunque seguía sin poder andar, nada no notaba nada de cintura hacia abajo. Me pusieron en una habitación con mas niños, me encontraron las manchas, los bultos y por la tarde, la fiebre empezó a subirme de una manera horrible y comenzó el dolor de pies, los tenia literalmente helados y mi sensación era de que me quemaban como si fuera fuego… horrible y ahí los médicos se plantearon el volver a bajarme a la UCI.

Tras controlar esas fiebres pude quedarme en planta, e intentar que todo fluyera, recuerdo los días allí, con análisis cada día a las 6 de la mañana, mil revisiones, ayudándome a levantarme para intentar que mis piernas reaccionaran, y nada… los días pasaban yo seguía con el peso muy bajo. Recuerdo que un día vinieron de la UAB a realizarme fotografías sobre mis manchas, mis bultos y hablaron con los médicos sobre la enfermedad.

Un día de tantos dando un paseo con mi silla de ruedas y mi suero por la planta una mujer tenia a un bebé el cual a mi me encantaban y esa mujer me rechazo de tal manera como si tuviera la lepra, puso una queja al hospital porque tenían a una niña «infectada» con mas niños. Desde aquí le digo a esa «señora» que estaba en un hospital experto, serio y fabuloso, que me subieron a planta porque no podía contagiar a nadie, estaba en una habitación con 4 niños más y cada uno tenia una afección distinta que no se podía contagiar, y si algún día lo lee, que sepa que yo era una niña malita pero no tenia nada contagioso.

Cuando uno de los días los médicos como siempre intentaban venir levantarme y yo lo intentaba con todas mis fuerzas, pero a pesar del poco peso y de que no me sentía de cintura para abajo los intentos eran nefastos.
Un día de esos que vinieron a verme estaba sentada medio incorporada en el lateral de la cama, me preguntaron de nuevo como me sentía si había dado algún paso y mi respuesta fue:

Yo puedo andar (no lo había intentado esos días) y literalmente fue así me levante de un salto de la cama y me quede de pie. Podéis imaginar la cara de mis médicos, ya estaban preparándome la silla de ruedas para poder irme a casa…
No recuerdo ni como lo hice pero se que me levante y aunque mi poco peso (me quede con 11 años en 21 kg) no me dejaba dar mas de 3 pasos porque me caía… A partir de ese día fue una evolución por segundos…

Me dieron el alta 3 semanas después del primer ingreso, y aunque parezca poco mi recuperación fue muy rápida. Los médicos decidieron dejarme ir porque sabían que en casa y con los mimos de mi mami la recuperación seria increíble.

Y así fue, cogí peso, volví a andar poco a poco, y cuando volví a la revisión y para el alta definitiva, mi doctor al cual le doy las gracias infinitas por salvarme la vida me dijo que desde el 19 de Junio de 1997 yo tenia otro cumpleaños que volví a nacer literalmente. Bajé también a ver a la doctora que me cuido la noche del ingreso en la uci y la que me puso las sondas, la pobre estaba embarazada y al pasar a la semana y no verme allí y no consultar pues pensó que no había pasado de aquella semana y que me había muerto. Cuando bajé a buscarla con su super barriga cuando me dieron el alta definitiva al verme se puso a llorar de la emoción al verme tan bien…

Y desde entonces no he vuelto a pisar ningún hospital para ningún ingreso más, soy una chica absolutamente sana, sin ninguna secuela gracias a lo rápido que actuó mi madre y los ángeles que tuve en el Hospital Germans Trias i Pujol en Badalona.

 

No tengo palabras para agradecer a mi familia sobre todo a Rosana (o mi tata Rosi) la mujer de mi hermano Jesús que estuvo con mi madre y conmigo al pie del cañón, noches y días enteros. Gracias tata por cuidarnos a todos tanto.
A mi hermano Jesús por estar ahí en todo momento con mi madre, mi cuñada y mi padre y sacar coraje por todo lo que pasó
A mis hermanas que vivian en Francia e hicieron lo posible por estar conmigo.
A mi madre por ser una luchadora en todos los sentidos y no rendirte jamás.
Y a mi padre que a día de hoy no está con nosotros pero que estuvo conmigo y nos cuidó hasta el último milímetro.

 

Y a todos los que están pasando por ello ÁNIMO Y FUERZA, todo esto pasa gracias a dios hay muchos avances y tenemos un equipo en España de médicos envidiable.»

 

Gracias Noa por tus palabras y por las fotos que acompañan al relato.