Compartimos otro testimonio de los muchos que recibimos de diversas partes no solo de España sino de otros puntos del Mundo. En este caso nos relata la historia la mamá de Ainara y a la que agradecemos enormemente haya tomado unos minutos para contarla y difundirla en nuestra web con el fin de seguir concienciando de la importancia tanto de prevenir con la vacunación como identificar a tiempo esta enfermedad.

Soy Raquel, hoy hablo por mi hija que se llama Ainara, somos de Zaragoza, y todo empezó en el puente del Pilar que aquí celebramos por todo lo alto.

Ainara tenía 2 años y 10 meses, fue el 12 de octubre de 2017, cuando empezó a tener un poco fiebre (nunca llegó a pasar de 38 incluso en los peores momentos) y se le veía apagada, pero la subimos al carro y se durmió, pensamos que se iba a poner mala de la garganta como muchas veces antes… Esa noche no paró de vomitar.

No exagero cuando digo que pudieron ser 15 veces… Nos asustamos cuando ya la vimos que tumbada en la cama seguía vomitando, la llevamos a urgencias de un hospital privado (mi marido es militar y ella estaba por ISFAS en vez de la seguridad social mía) el médico dijo que podría ser gastroenteritis y que estaba agotada de tanto vomitar y tenía la garganta un poco roja. Nos mandó suero un antibiótico para la garganta y que si en 6 horas no mejoraba que volviéramos.

La niña seguía mal, vomitando todo, hasta el suero y el antibiótico, y solo dormía, se orinó encima y cuando la llevé a la ducha no se tenía sentada, y el cuello lo tenía muy girado al lado izquierdo… No habían pasado ni 3 horas cuando volvimos al hospital, estaba el mismo médico, y le hizo una analítica porque seguía pensando que era gastroenteritis, yo le dije que tenía el cuello que no lo podía mover y su contestación fue que la pobre estaba agotada de tanto vomitar y le puso suero mientras tanto, a la hora más o menos, vino el médico a decirnos que tenía una infección muy grande y que tenía 38.000 leucocitos (hasta ahora no se lo que es, pero se me quedó grabado) que seguramente era meningitis y le miró la rigidez del cuello, mientras tanto Ainara seguía durmiendo todo el rato y haciendo pipi encima.

Nos trasladaron corriendo al Hospital Infantil Miguel Servet, imaginar el panorama… Se llevan a tu hija a los boxes corriendo y tu tienes que dar tus datos y la tarjeta médica, en fin lo típico, cuando ya acaba esa agonía de datos que serían 2 minutos pero a mi se me hicieron eternos, entro y veo a mi hija rodeada de 15 personas, con el carro de paradas y oxígeno al lado por si acaso, y me acojoné…

Me quería morir en ese momento, el médico me dijo que era meningitis y yo contesté «ahh vale, sé lo que es pero ¿es tan grave?» Y me dijo que era hasta mortal.

Se la llevaron a hacerle un TAV, que por suerte estaba todo OK, ya habían pasado más de 24 horas con la fiebre y síntomas. No sabían que tipo de meningitis era, otro interrogatorio de que colegio era de quien había estado con ella…. Un sin fin de preguntas, la llevaron a la UCI donde estuvimos 3 días más, no le podían hacer la punción para saber que tipo era porque se podía desangrar ya que tenía baja la coagulación, eran ya las tantas de la madrugada del día 14, y mi hijo pequeño había cumplido ese día 1 añito.. Y no pude estar con él, claro.

Foto de kmccready.wordpress.com/2016/09/25/childrens-rights-and-cochlear-implants/

Por la mañana temprano me llamó salud pública y otro interrogatorio más, pero que tenía que facilitar los números de los papás del Cole y que mi familia viniera al hospital para el tratamiento por si acaso era meningitis. Mientras mi hija estaba super hinchada y no respondía, solo dormía

Le pudieron hacer la punción y 5 min antes de que salud pública iniciara el tratamiento para la familia, nos llamó diciendo que era meningitis neumococica y que para eso no hay protocolo, poco a poco fue respondiendo bien al antibiótico, nos pegamos en total 14 días de hospital en una mini habitación de infecciosos que no podía salir,

El día de antes del alta, le hicieron unos potenciales, prueba rutinaria, según la médica me dice, era una pérdida leve de audición del izquierdo, cuando leo el informe del alta al día siguiente… Ponía severa. Y lo peor es que no me di cuenta de que mi hija de había quedado sorda del izquierdo. Al salir fuimos al otorrino y  su resultado fué pérdida total del izquierdo y el derecho escucha al 80%

Ainara lleva un implante coclear desde 2018, que lleva muy orgullosa, y cada día con una diadema diferente y a cuál más brillante, hace vida normal y tiene que ir 2 veces por semana a un colegio especial a rehabilitación durante unos pocos años pero es lo que toca.

No se al resto de afectados, pero que me diga la gente «suerte que solo se ha quedado sorda» «date por contenta que solo es eso»… Y así muchas más… Pues no no me doy por contenta… Mi hija era una niña sana y tiene una discapacidad para toda tu vida

Respecto a las vacunas, mi hija estaba vacunada del prevenar que en su día me costaron mucho dinero…. Sino lo estuviera a lo mejor mi hija no estaría ahora conmigo, dicho por los médicos.